ALERTA ESTAFAS: EN REBAJAS… ¿COMPRAS MUCHO POR INTERNET?

Correos que reclaman información fiscal, mensajes de WhatsApp que solicitan una transferencia para un familiar, un SMS con un enlace de seguimiento de un envío, llamadas de alguna agencia federal y hasta una banda de estafadores que se hacen pasar por Brad Pitt para pedirte matrimonio y unos cuantos miles de euros. Los ciberataques pueden adoptar muchas formas -cada vez más ingeniosas- y pueden producirse en cualquier momento del año aunque se intensifican en aquellas épocas asociadas a un aumento de consumo. Por ejemplo, el inminente Amazon Prime Day o el periodo de rebajas. No obstante, no hace falta ser un experto en informática, ni un nativo digital, para identificar el fraude: Es por ello por lo que en este post te vamos a contar las estafas más comunes a la hora de pagar por Internet en 2023

Antes de nada… Cómo saber si una página es segura para comprar 

Al usar Internet aceptaremos indiscriminadamente cookies, términos y condiciones de uso, pero cuando entra en juego la tarjeta se disparan nuestros temores. 

Los expertos en ciberseguridad aclaran que es seguro comprar online si sabes cómo hacerlo. Para empezar es preferible evitar redes de WiFi abiertas como la del transporte público y después hay que entrenar la mirada para detectar las señales que revelan el fraude. Por ejemplo, las erratas en el texto o en las direcciones de correo deberían levantar tus sospechas. Además intenta buscar siempre información sobre el nombre de la tienda, quizás no sea una estafa, pero las opiniones de otros usuarios pueden disuadir de comprar ahí. ¡Y muy importante! Fíjate en el dominio de pago para averiguar si las URL son muy extrañas con dominios poco comunes o no contienen el HTTPS. Si llegamos a una página que sea HTTP hay que huir, pues tus datos personales podrían quedar expuestos y terminar en manos de terceros que registren la información y la usen para lucrarse. 

Estafa del “Hay un problema con tu cuenta” 

Los correos electrónicos son una de las vías preferidas de los timadores para quedarse con tu dinero. En este caso, la víctima recibe un email asegurando que hay un problema con tu cuenta de PayPal. El correo incluye un link para, supuestamente, ingresar a tu cuenta, pero en el momento en el que escribas tus datos ya habrás dado al estafador acceso a tu cuenta. Esta es una de las estafas más comunes en PayPal. 

Estafa del “pago anticipado” 

Se aprovechan de la emoción de la víctima. Esta recibe un correo asegurando que ha ganado o heredado una gran suma de dinero. Sin embargo, antes de recibirlo le dicen que debe hacer un pequeño pago para cubrir los gastos de la transacción, una comisión o cualquier otro gasto inventado. Una vez enviado el dinero, la víctima no recibe otra respuesta. 

Estafa de la “oferta promocional” o del “tienes dinero esperando” 

De la misma manera que las dos anteriores, el estafador envía un correo falso a la víctima, solo que esta vez ofreciéndole un reembolso o cualquier otro tipo de recompensa monetaria. Al introducir tus datos de cuenta, ya has caído en la red del timador. 

Estafa del “método de pago alternativo”

Esta no es una estafa en si, pero es una medida que tienen los estafadores para que no puedas hacer nada después de timarte. A veces, el ciberdelincuente te pedirá una transferencia de dinero usando la opción de “Amigos y familia” de PayPal, lo cual elimina la tasa estándar de ventas, pero también toda protección contra fraudes. Una vez envías el dinero, no podrás recuperarlo, aunque claramente sea una estafa. 

Estafa del “correo phishing con devolución de llamada” 

¡Ojo! Esta estafa es de las más creíbles. La víctima recibe un correo avisando de “actividad sospechosa”, normalmente citando grandes transacciones. El correo te dará un número de teléfono al que llamar para cancelar la transacción. 

Si llamas, te conectarán con un centro de llamadas falso en el que te pedirán tus datos personales. Los estafadores suelen usar direcciones de correo realistas e incluso facturas falsas como por ejemplo: x@paypal.com

Y si por el contrario no eres un comprador si no un vendedor… 

Estafa de la “dirección de envío” 

Al contrario de los correos electrónicos que te llevan a un falso método de pago, esto se basa en interactuar con la víctima en la plataforma real. Solo basta con que vendas algo en la red para convertirte en el objetivo de los estafadores. Este timo se puede hacer de diferentes formas, pero todos radican en lo mismo: manipular los envíos para alegar que el producto no se ha recibido, cuando no ha sido así. 

Estafa del “pago pendiente” 

El estafador te contactará por un objeto que vendes. Te contarán que han hecho el pago, pero que la plataforma no enviará su dinero hasta que les des un número de seguimiento de envío. El estafador quiere que envíes el producto y des el número de seguimiento antes de recibir el dinero. Si lo haces, el comprador recibirá el producto y nunca te enviará el dinero. 



Seguridad en Internet: ¿Qué es el control parental?

El control parental es un mecanismo que los adultos usan para controlar en diferentes sitios web, sistemas operativos o equipos el acceso y uso que los menores de edad le dan a Internet. 

A través del control parental podemos monitorear la navegación, restringir contenidos no aptos para menores y bloquear páginas o usuarios que pueden ser una amenaza para los niños. 

Además, es posible establecer límites de tiempo en el que los menores pueden estar con el ordenador encendido, evitar que jueguen o accedan a ciertas aplicaciones y juegos o impedir que ejecuten ciertos programas. 

Por ejemplo: Si vas a dejar a tu hijo viendo series o películas en cualquier plataforma como Zapi TV, elegir la opción Kids y los menores solo podrán ver contenido apropiado para su edad. O si estás en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram y ves que alguna publicación no es apta para que un menor de edad la vea, puedes reportarla y el contenido desaparecerá de la línea de tiempo. 

Hacer de Internet un espacio seguro para nuestros niños está en nuestras manos. No los descuidemos mientras navegan en la red. 

 

¿Quieres aprender a configurar el control parental en tu móvil?

 

1 Abre la aplicación Ajustes en tu iPhone

2 Toca Tiempo de uso

3 Selecciona Opciones de tiempo de pantalla

4 Toca en Activar el tiempo de pantalla si no está activado

5 Toca Configuración código y crea un código de acceso de 4 dígitos

6 Desplázate hasta Contenido y Privacidad

7 Toca Restricciones de Contenido y activa la opción

8 Selecciona las aplicaciones y funciones que deseas restringir 

9 Puedes activar la opción de Compartir en familia para que el control parental se aplique a todos los miembros de la familia que comparten el mismo grupo familiar



¿CÓMO HACER QUE MI HIJO O HIJA HAGA UN USO RESPONSABLE DEL MÓVIL?

Los datos revelan que la media de edad a la que reciben los menores su primer móvil está por debajo de los 11 años. Además, según los últimos datos de Statista, el 69% de los niños y niñas españoles de entre 10 y 15 años contaron con un móvil durante 2021

Otro dato que preocupa es la cantidad de tiempo que pasan los menores con aparatos tecnológicos: una media de 711 horas y 45 minutos al año frente a una pantalla, según un estudio de la plataforma líder de seguridad online y bienestar digital. 

Por ello, los familiares tienen la responsabilidad de educar a sus hijos en el uso responsable del dispositivo. 

Las claves para la correcta Educación digital

Una buena Educación digital supone muchas veces todo un reto para los familiares, ya que son en parte analógicos. Resulta inevitable que los menores usen la tecnología y el teléfono móvil, así que te vamos a dar consejos clave para ayudar a las familias a garantizar un uso responsable del móvil. 

1 Planifica la llegada del móvil. Cuando entregamos un móvil a nuestros hijos les damos la posibilidad de acceder a una gran variedad de información, relaciones y contenidos. Niños, niñas y adolescentes manejan la tecnología desde que son muy pequeños, pero no siempre son conscientes de los riesgos a los que pueden exponerse. Para dárselo valora el grado de madurez para su edad. Puedes utilizar un contrato familiar que establezca el compromiso por ambas partes. 

 

2 Pon normas y límites. El móvil no les puede quitar tiempo de otras actividades clave en su desarrollo (dormir, estudiar, jugar, etcétera). Al principio puedes ayudarte de algún software de control parental pero no te relajes. Ten en cuenta que un bloqueo excesivo puede ser contraproducente. Acuerda con ellos filtros, restricciones y tiempos apropiados para su nivel de madurez. 

 

3 Asegura la privacidad de las cuentas. Guíales en las redes sociales, cuáles pueden usar y cuáles no. Conversa sobre los peligros que se pueden encontrar en internet y las redes sociales y sobre todo el manejo de los datos, que quizás pueden ver más personas de las que esperan. Configurad juntos el perfil de la red social para que no todo el mundo pueda ver lo que se publica. Ten en cuenta que los menores de 14 años necesitan tu consentimiento para darse de alta. Asegúrate de que solo se incluyen los datos estrictamente necesarios para completar el registro.

 

4 Interesante por sus videojuegos. El dispositivo que más se usa para jugar es el móvil. Los videojuegos ofrecen entretenimiento, socialización y aprendizaje. La mayoría ya no son una fuente de ocio solitaria sino conectada con otras personas, lo que conlleva ventajas y riesgos . Ofréceles juegos adecuados a su edad. No todos los videojuegos suponen el mismo grado de exposición a contenidos inapropiados (violencia, lenguaje ofensivo, etc). Acompañarles en su vida digital también significa supervisar a qué juegan, cuánto tiempo le dedican y cómo se comportan. 

 

5 Estimula su sentido crítico. Las acciones y decisiones en internet también tienen consecuencias. Antes de publicar fotos, vídeos o audios de otras personas, deben asegurarse de que la otra persona está de acuerdo. No deben difundir información sobre otras personas sin su consentimiento. Tampoco deben crear o difundir informaciones falsas o malintencionadas. Explícales las posibles consecuencias de lo que envían o publican. 

 

6 Garantiza un espacio de desconexión. Comparte con ellos la necesidad de tener momentos libres de tecnología para toda la familia que permitan el acceso a otro tipo de experiencias que beneficien su desarrollo, o simplemente porque necesiten estar concentrados en sus estudios o su descanso. Fijadlos de mutuo acuerdo para evitar el uso problemático y adictivo a las pantallas y aprovechad para generar relaciones personales positivas. 

 

7 Observa cómo se sienten en su vida digital. Identifica de manera temprana cualquier situación que esté afectando a su bienestar físico y mental. Presta atención a sus emociones, especialmente a cambios de humor o reacciones fuera de lugar tras periodos de uso intensivo. Conversa y mantén tu interés en su experiencia digital. Consulta con profesionales y expresa tus dudas.



¿QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA EL CRIPTOARTE?

Se nos ha ido la olla con todo. Si en el último mes has empezado a ver en redes, o incluso en el Telediario, una nueva palabra: Criptoarte, y no sabes ni porqué ni por dónde sopla el aire… Tranqui, te lo vamos a explicar. 

 

¿Qué es realmente el criptoarte? 

 

 

Se trata de un término o disciplina tan novedoso que todavía no existe una definición oficial o que podamos encontrar en un diccionario reglado. Sin embargo, ya se define en manuales de arte. 

Así, podemos decir que el criptoarte es una nueva vertiente creativa que tiene como principal pilar la creación de contenido digital que sea único. Pero también es una nueva forma de coleccionar obras de arte elaboradas digitalmente

Se considera criptoarte no solo a una imagen fija, sino una ilustración, vídeo, tema musical, un loop, un texto o ebook e, incluso, un post en una red social. De hecho, otro ejemplo de criptoarte es el primer tuit que se publicó en la historia. Este, fue vendido (su propiedad digital) por 2,9 millones de dólares, más de 2.700.000 millones de euros. 

En resumen, una obra de criptoarte, como ocurre con cualquier tipo de arte, fundamenta su valor en tres conceptos: 

  • Autenticidad
  • Exclusividad 
  • Propiedad

 

Diferencias entre el criptoarte y los NFT’s

 

 

Como hemos dicho, el criptoarte, se fundamenta en la autenticidad, la exclusividad y la propiedad de una obra de arte que puede presentarse como un archivo digital en cualquier formato. 

Y es precisamente para salvaguardar esos tres pilares por lo que nace otro término: Non Fungible Tokens o NFT’s. Lo cual se puede definir como un certificado digital que verifica la autenticidad de una obra u objeto, pero también como activos digitales que representan una cantidad de dinero

“Los NFT son archivos únicos que viven en una cadena de blockchain” y esto implica que “los compradores normalmente consiguen derechos limitados para explorar el arte digital que representan los tokens”

The Verge, especializada en tecnología. 

Con respecto a los NFT’s hay que aclarar algo muy importante sobre la propiedad: No se trata de una tenencia como tal de la obra. No puedes colgarla en ninguna parte, pues es criptoarte y totalmente digital; pero tampoco es de tu propiedad total, solo puedes decir que tienes un papel que dice que has pagado por un objeto de criptoarte, pero esa obra no es tuya. Aunque sí puedes vender tu título de NFT a otro usuario

 

¿Cuál es el problema del criptoarte? 

 

 

  • La especulación con el arte. No sabemos en qué se puede traducir todavía esta nueva modalidad de compra/venta de arte
  • El gasto enérgico tan bestia que tiene encriptar cada una de estas piezas

El criptoarte abre un nuevo escaparate infinito para los artistas. El precio por subir una de tus obras a una de estas plataformas es bastante barato, con lo cual cualquiera puede llamarse artista y tratar de vender obras que de otro modo jamás se hubiese ni planteado publicar. 

Las máquinas están trabajando a todo gas para encriptar cada una de las piezas de arte que están vendiendo como arte blockchain. Pero, ¿valen lo que cuestan o lo que les cuesta al planeta? 

El debate sobre el criptoarte está servido, incluso entre los propios artistas y diseñadores. Hasta Paris Hilton ha vendido ya su propia obra de criptoarte por 15.000 dólares. ¿Qué nos queda por ver? 

Aún es pronto para saber hacia dónde irá este movimiento. ¿Quién sabe si tu próxima casa dejará de estar decorada con cuadros reales y lo estará con obras de criptoarte? Sabemos que es complicado encontrarle un sentido a esto pero al menos ahora ya sabes qué es el criptoarte. 

¿Será el nuevo Picasso o Dalí un artista digital? Solo el tiempo lo dirá. 



¿ES PELIGROSO CONECTARSE A UN WIFI PÚBLICO?

Estaciones de tren, aeropuertos, hoteles, restaurantes… Todos tienen redes gratuitas, lo que supone un gran beneficio a la hora de acceder desde cualquier dispositivo. No obstante, su uso también conlleva diversos riesgos y peligros. 

Existen aproximadamente 549 millones de puntos de acceso WiFi en todo el mundo. Sin embargo, estos puntos críticos no se distribuyen de manera uniforme. 

España ocupa el tercer puesto de Europa en cuanto a números de puntos WiFi, con 93.225, detrás de Ucrania con casi 130.000 y Rusia, con más de 270.000. 

Esto supone que dos de cada tres españoles nos conectamos a este tipo de redes. No obstante, los inconvenientes llegan cuando hablamos de seguridad, especialmente en verano, cuando son un verdadero peligro.

La cara oscura del WiFi público

A pesar de que la amplia red de WiFi públicas suponen un importante beneficio a la hora de acceder a Internet desde cualquier dispositivo, especialmente cuando viajamos al extranjero, su uso también conlleva ciertos riesgos que pueden ocasionar el robo de datos por parte de los hackers. 

Además, con la llegada del verano y el aumento de turismo, el riesgo de amenazas en ciberseguridad aumenta. El principal motivo es que la conexión en WiFi públicas permite a los ciberdelincuentes acceder con mayor facilidad a los datos de los usuarios. 

Estos puntos de acceso gratuíto están disponibles en lugares que visitamos con frecuencia a lo largo del verano tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, como hoteles, restaurantes o aeropuertos. 

La falta de autenticación de las redes públicas, ya que en la mayoría de los casos basta con el correo electrónico para conectarse, permite que los hackers tengan acceso a toda la información que se envía y se recibe por internet. 

Desde correos electrónicos a información que contienen las tarjetas de crédito, estos expertos en tecnología tienen acceso absoluto a cualquier dato relevante que introduzcamos en nuestros dispositivos mientras estemos conectados a una red pública. 

Navegar con seguridad en WiFi abierta 

Para incrementar tu seguridad a la hora de navegar utilizando una conexión inalámbrica gratuita, toma las siguientes medidas de precaución.

  • Siempre que estén disponibles, conéctate a páginas con certificado de seguridad (HTTPS
  • Evita realizar compras online, transacciones económicas u otro tipo de operaciones que requieran la introducción de credenciales (usuario y contraseña) 
  • Utiliza la navegación privada, incógnito o InPrivate, según tu navegador, para eliminar el rastro de las páginas que has visitado
  • En aplicaciones como  Facebook, Twitter o Gmail, habilita la autenticación en 2 pasos o doble verificación para evitar que otra persona pueda utilizar tu cuenta 
  • Cierra sesión siempre que accedas a algún servicio, por ejemplo, el correo electrónico
  • No facilites información sensible a través de Redes Sociales, correos electrónicos o servicios de mensajería instantánea
  • Instala y habilita cortafuegos que no permitan conexiones externas a tu dispositivo
  • Utiliza un antivirus y mantenlo siempre actualizado
  • Desactiva la sincronización de tareas en segundo plano sin tu participación mientras estés conectado a una red pública. Aunque tengas instalada una cleaner app

Por último, cuando te conectes a una WiFI en un espacio público, recuerda que puede haber personas de tu entorno que estén pendientes de tu pantalla, sobre todo si utilizas un portátil. Protégete de miradas a la hora de introducir contraseñas o enviar información sensible.

¡NO ES TU INTERNET! WHATSAPP, FACEBOOK O INSTAGRAM SE CAEN

Hoy hemos visto cómo las tres Redes Sociales más usadas: Instagram, Facebook y WhatsApp, han dejado de funcionar durante unas horas en todo el mundo. Ahora bien, ¿por qué ocurre esto? 

Las causas son diversas, pero parece que la expansión mundial de ciertas herramientas y el gran número de usuarios que las usan, pueden ser motivos importantes en este problema. Sobre todo por su complejidad tecnológica. 

Instagram, Facebook y WhatsApp tienen un número de usuarios que se cuentan por cientos o incluso miles de millones de personas

¿Por qué a veces no funcionan nuestras Redes Sociales? 

Que la telecomunicación no presente ningún fallo es todo un reto incluso para una enorme empresa como Facebook. Propietaria además de Instagram y WhatsApp. A pesar de su magnitud dicha empresa nunca ha reportado sufrir ciberataques, así que debemos asumir que se trata de fallos internos no forzados. De hecho, WhatsApp ha pedido paciencia a través de Twitter: 

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Esto lleva a especular sobre los motivos que hay detrás de las interrupciones de las aplicaciones propiedad de Facebook. No obstante, como ya veníamos explicando, lo más común es que pueda ser debido a una sobresaturación. Los mensajes se envían a servidores que remiten a los destinatarios los mensajes. Cuando esos servidores se saturan, puede contemplarse un fallo en el sistema. Otro motivo puede debido a alguna actualización o con alguna base de datos que provoca un mal funcionamiento de las mismas.

Por ejemplo, un error al solicitar datos en una base de datos puede generar sobrecarga de peticiones si la interfaz de usuario no está bien gestionada para lidiar con este problema específico, o no se ha encontrado durante las múltiples revisiones de calidad de código. De poco sirve tener múltiples copias de las bases de datos disponibles, si los datos no están siendo gestionados de forma correcta. La mayor parte del tiempo durante estas incidencias se pierde en identificar el error. Una vez encontrado, y gracias a los servicios de respuesta rápida de Facebook -similares a los de otras grandes compañías- pueden desplegar el parche en cuestión de minutos a nivel global.

Combinaciones de errores inesperados con probabilidad infinitesimal pueden tardar horas en ser detectados 

 

¿Quién pierde más con estas caídas? 

Aunque más de 2.320 millones de personas utilizan sus servicios cada mes, los mayores damnificados son los anunciantes. Facebook pierde aproximadamente 10 millones de euros por cada hora que esté caído a nivel global según las cifras de ingresos públicas de la compañía. En el caso de marzo de 2019, cuando la caída fue hasta de 14 horas en algunas partes del mundo, las pérdidas fueron de 90 – 100 millones de euros aproximadamente. Hoy estarían en torno a los 50-60 millones. 

Las cifras son altas incluso para una compañía que tuvo beneficios de unos 7.831 millones de euros en el primer trimestre de 2021, su mejor dato financiero hasta la fecha. Estos incidentes quizás no sean un impacto material para la supervivencia de la compañía, pero cada hora importa