Se nos ha ido la olla con todo. Si en el último mes has empezado a ver en redes, o incluso en el Telediario, una nueva palabra: Criptoarte, y no sabes ni porqué ni por dónde sopla el aire… Tranqui, te lo vamos a explicar.
¿Qué es realmente el criptoarte?
Se trata de un término o disciplina tan novedoso que todavía no existe una definición oficial o que podamos encontrar en un diccionario reglado. Sin embargo, ya se define en manuales de arte.
Así, podemos decir que el criptoarte es una nueva vertiente creativa que tiene como principal pilar la creación de contenido digital que sea único. Pero también es una nueva forma de coleccionar obras de arte elaboradas digitalmente.
Se considera criptoarte no solo a una imagen fija, sino una ilustración, vídeo, tema musical, un loop, un texto o ebook e, incluso, un post en una red social. De hecho, otro ejemplo de criptoarte es el primer tuit que se publicó en la historia. Este, fue vendido (su propiedad digital) por 2,9 millones de dólares, más de 2.700.000 millones de euros.
En resumen, una obra de criptoarte, como ocurre con cualquier tipo de arte, fundamenta su valor en tres conceptos:
- Autenticidad
- Exclusividad
- Propiedad
Diferencias entre el criptoarte y los NFT’s
Como hemos dicho, el criptoarte, se fundamenta en la autenticidad, la exclusividad y la propiedad de una obra de arte que puede presentarse como un archivo digital en cualquier formato.
Y es precisamente para salvaguardar esos tres pilares por lo que nace otro término: Non Fungible Tokens o NFT’s. Lo cual se puede definir como un certificado digital que verifica la autenticidad de una obra u objeto, pero también como activos digitales que representan una cantidad de dinero.
“Los NFT son archivos únicos que viven en una cadena de blockchain” y esto implica que “los compradores normalmente consiguen derechos limitados para explorar el arte digital que representan los tokens”
The Verge, especializada en tecnología.
Con respecto a los NFT’s hay que aclarar algo muy importante sobre la propiedad: No se trata de una tenencia como tal de la obra. No puedes colgarla en ninguna parte, pues es criptoarte y totalmente digital; pero tampoco es de tu propiedad total, solo puedes decir que tienes un papel que dice que has pagado por un objeto de criptoarte, pero esa obra no es tuya. Aunque sí puedes vender tu título de NFT a otro usuario.
¿Cuál es el problema del criptoarte?
- La especulación con el arte. No sabemos en qué se puede traducir todavía esta nueva modalidad de compra/venta de arte
- El gasto enérgico tan bestia que tiene encriptar cada una de estas piezas
El criptoarte abre un nuevo escaparate infinito para los artistas. El precio por subir una de tus obras a una de estas plataformas es bastante barato, con lo cual cualquiera puede llamarse artista y tratar de vender obras que de otro modo jamás se hubiese ni planteado publicar.
Las máquinas están trabajando a todo gas para encriptar cada una de las piezas de arte que están vendiendo como arte blockchain. Pero, ¿valen lo que cuestan o lo que les cuesta al planeta?
El debate sobre el criptoarte está servido, incluso entre los propios artistas y diseñadores. Hasta Paris Hilton ha vendido ya su propia obra de criptoarte por 15.000 dólares. ¿Qué nos queda por ver?
Aún es pronto para saber hacia dónde irá este movimiento. ¿Quién sabe si tu próxima casa dejará de estar decorada con cuadros reales y lo estará con obras de criptoarte? Sabemos que es complicado encontrarle un sentido a esto pero al menos ahora ya sabes qué es el criptoarte.
¿Será el nuevo Picasso o Dalí un artista digital? Solo el tiempo lo dirá.